Qué me enseñó como madre y como hija la obra de teatro “Mamá está mas chiquita”
“Había una vez un barco, y en el barco una capitana, la olas golpeaban el barco, y el barco siempre flotaba…
-mamá, mamá jugamos al barco. (Diego)
-de qué barco me hablas Diego, no tenemos un barco (Rita mamá)
-Ya sé que no tenemos un barco…(Diego)
-Pero… para para…ya sé que no tenemos un barco por eso tenemos que robar uno…. a la carga mis piratas, jo jo jo. (Rita mamá)
-Que venga la contramaestre”.... Cantó la mamá, mientras en la obra de teatro, Diego su hijo menor sacaba un barco de Papel y ella sostenía un catalejo, esperando a Clara su hija mayor.
Cuántas de nosotras somos esas Ritas, madres que hacemos todo y más por complacer a nuestros hijos, inventamos juegos en los que resultamos piloteando naves. Naves que al final representan nuestra realidad. Cuidando y protegiendo a nuestros amores, de las olas de la vida queriendo crearles un trono de cristal.
“Los dos son mis dos amores, a los dos los quiero por igual, muy grande va a ser mi pena cuando me vayan a faltar”... “Muy grande va a ser mi pena porque pronto diré adiós” cantó Rita la mamá de Diego y de Clara, al saberse enferma.
Canto de igual forma mi madre a sus 38 años de edad después de sufrir un accidente que se llevó su última respiración.
Como madre al pensar que un día puedo faltar, me achico, me encojo, y me siento cada vez más chiquita.
Rita la madre de camisa Azul, Diego el hijo menor de camiseta naranja, clara la hija mayor de chaqueta negra y amarilla, en la foto también Lorena Oliva quien trajo un poco de humor a la obra y actuó como la madrina, y Germán de Pantalón negro como el novio de Clara
Mamá está más chiquita
Josue Hirujo, director de la obra y quien puso en escena también a los músicos, una distinción que no se hizo en Argentina ni en Panamá
El 10 de febrero asistí a Mamá está más chiquita una obra de Teatro en la Sala Ravelo del Teatro Nacional de Santo Domingo, dirigida por el Joven productor, director y actor de Teatro Josué Hirujo. Durante este recorrido teatral, escuchamos canciones y diálogos profundamente reales y conmovedores que pintan una realidad simple pero honda de una madre separada, a cargo de un barco con dos tripulantes, un varón y una hembra, él mayor que ella, pero tan sobreprotegido, tan hecho suyo que parece el más chico de la familia. Y la niña tan cargada por ser mujer que es la segunda al mando en el barco.
“Y aunque el arte es para entretener, si te deja un mensaje es mejor” me contó Josué sin saber que yo llevaba unos 18 años sin hacer una entrevista como la que le hice esta mañana.
Josué desde los 4 años hace teatro y canta, sus padres lo apoyaron al ver esa alma creativa e inquieta que vive en él. “Durante la pandemia, tuve un bajón emocional, al ver cómo todo se había detenido, sin embargo encontré las canciones de la obra en youtube, al escucharlas, sentí que había mucha realidad, ternura, y entendí sin ver el guión de qué se trataba la obra… sentí muchas ganas de que la gente lo viera en República Dominicana”
Así que se llenó de ilusión, a los dos días ya había contactado a los autores de la obra en Argentina. A los tres meses estaba haciendo un casting nunca antes visto, porque reunió actores que fueran cantantes de varias escuelas de la ciudad de Santo Domingo.
En el 2021 comenzaron los ensayos, y el proceso de los actores de conectar los unos con los otros, Josué a sus 20 años se lanzó a dirigir y producir por primera vez con los actores elegidos, algunos de ellos siendo sus propios maestros y jefes.
En lo personal
Debo confesar que esta fue una de las partes más emocionantes de la obra, cuando al final sale Josué con esta energía y alegría, que para mí se tradujo en !Lo hice, lo logré! no dude por un minuto que él me inspiraba de nuevo a realizar lo que por muchos años hice: conectar como periodista, hacer preguntas para luego escribir este texto sobre una pieza de arte que además tiene un mensaje tan sanador.
Durante la obra me vi reflejada en la madre, la que sobreprotege, la que cuida, y juega, me vi retratada en la inmadurez de Diego, el que quería hacer todo con su hermana mayor, así era yo de niña, me quería ir de paseo con ella, de hecho en muchas ocasiones a ella no la dejaban salir si yo no iba. Vi a mi hermana en la obra, quien quedó “a cargo” de mi con tan solo 10 años de edad y pensé; cuánto nos cuesta como padres entender estas formas parentales donde sin querer hacemos daño a nuestros hijos: Sobreproteger o sobrecargar.
En el medio Diego, intentando que lo llevaran de paseo Clara y su novio
Pensé en mi madre, en sus sentimientos de tristeza al saber que la vida se estaba despidiendo de ella, pensaba en su barco en el que ella iba a dejar sin tener cómo controlar, cómo cuidar y proteger.
“Nadie te prepara no hay forma de saber, cuando acaba el cuento de hadas, para dónde correr… tal vez de eso se trata crecer. Me toca hacerme grande ya no puedo depender, me tengo que hacer cargo de que el barco siga en pie” Canta Clara la hija menor de Rita. Y cantan muchas adolescentes que viven una realidad a destiempo.
El teatro social
Esta obra de teatro marcó mi corazón, es una pieza de arte que muestra una realidad de la que a veces no somos conscientes, pero que a través de un mensaje bien logrado, contundente y humano nos hace ver allí, nos saca un espejo, para ver reflejado el dolor, la vergüenza, la angustia, el miedo, el amor, la fuerza, la tristeza y la unión, que bien como madres o hijos guardamos. Que si o si como humanos sentimos.
Como dice Josué si te deja un mensaje es mejor. Espero de corazón que se repita en Santo Domingo y que muchos otros países latinos la repliquen para que madres y adolescentes encuentren mensajes que descongelen lagrimas y sonrisas que guarda el corazón.
Algunas palabras cantadas en la obra que también marcaron mi corazón
“llorar no arregla nada, ya lo decía mamá…”
“Siento que me ven pero no me ven, no puedo ser todo lo que quieren que sea, hace tiempo sé que algo no está bien y ya no doy mas”
Te dejo hoy una meditación para que conectes con un reflejo de ti, con tu madre interior, aquella que tiene la capacidad de abrazar y amar todo de ti.