La meditación y el alma
La expresión, las palabras, la escritura, la pintura, la creatividad, la música, la cocina, los números, la danza, la jardinería, el movimiento.
Nuestra alma usa medios coloridos para comunicarnos su presencia, hace falta estar presentes para darnos cuenta de su implacable y bondadosa compañía, ella como agente del espíritu, siempre está lista para mostrarnos su amor. Sin embargo, en ocasiones nuestro ego aturde sus llamados.
Nuestra Alma es una fuerza que despierta, nos lleva por sendas envolventes, en donde el futuro y el pasado no existen. Nuestra Alma le gusta sorprendernos cuando todos nuestros sentidos son atendidos y se hacen conscientes. Cuando logramos ver, escuchar y sentir con inocencia, silenciando el juicio.
Nuestra Alma nos inspira gratitud porque con ella despierta, hay más que perfección, hay belleza.
La práctica de la Meditación nos permite conectar con esta fuerza bondadosa y con todos los regalos que su presencia nos brinda.
La práctica de la Meditación nos ayuda a conocer el ego, nos enseña su forma de pensar y de protegernos y en su descubrimiento también nos enseña a abrazarlo porque todo lo que vivimos, pensamos y experimentamos hace parte de nuestro caminar por la vida, en la meditación aprendemos a observarlo y no resistirlo, así nos conocemos un poquito más.
Esos pensamientos que nos llevan hacia las historias del futuro y los juicios sobre los momentos pasados; los deberías, los hubiera, nos mantienen en contacto con una energía vieja antigua, cuyo desenlace es similar: misma historia, misma experiencia. Sin embargo….
la meditación nos ayuda a verlo y limpiarlo, nos trae aire fresco, esta presencia paso a paso nos revela nuestro potencial, abre espacios en donde antes no había lugar, atrayendo hacia nosotros creatividad y nuevas experiencias.
La meditación y la conexión en el momento presente con nuestra alma nos enseña el poder del reconocimiento de las experiencias, la aceptación de las mismas y el descubrimiento del amor incondicional en nuestra vida, cuando a través de ellas podemos abrazar incluso nuestras partes más rotas, oscuras o dolidas.
Al meditar y observarnos, entregamos todo el protagonismo a nuestra alma, es ella quien comienza hablarnos, sus mensajes aparecen en formas inesperadas si nos abrimos a la experiencia de recibirlos.
Al meditar abrimos espacio para crear, para permitir que la inocencia se manifiesta de múltiples y coloridas formas
Te dejo un audio con una meditación guiada donde te invito a conectar con tu alma a través de los sentidos, para acceder a la meditación haz click ACÁ
Este sábado 20 de noviembre tengo un retiro de meditación, en espacio del mar Santo Domingo, si quieres inf escríbeme un correo, o un whatsapp que con gusto te doy toda la información.
con cariño Valen
