5 maneras de sostener tú entusiasmo, esperanza y fé.
El entusiasmo es una de las emociones que mantiene más alta tu vibración. Cuando trabajamos en nosotros mismos y buscamos un mejor estado del SER, vibrar con entusiasmo e ilusión es un regalo que te das a ti mismo/a, es la mejor manera de hidratar y abonar las semillas que están creciendo desde tu creatividad, bien sea en tu trabajo, en tus relaciones personales. El entusiasmo es vital para acercarnos a la Fé y la certeza del universo.
Ejercicio de meditación: escucha el Audio ACÁ
cierra los ojos un momento y trae a tu mente eso por lo que tanto te estás esforzando, pueden llegar a ti los pensamientos de siempre, los que te hablan de desesperanza, y miedo. Solo recíbelos con empatía, deja que entren como un huésped más de tu casa, no pelees ni los denigres, tu amor es más grande que todo el juicio y el miedo. Más bien trae suavidad, y con dulzura nota que igual puedes decidir si darles más cuerda y permitir que crezcan o si por el contrario puedes decidir enfocarte en ver lo positivo de lo que estás creando. Recuerda que si es una labor de tu trabajo o una nueva idea, eres tu quien la debe sacar adelante, es a ti a quien se le dió la encomienda.
Cuando conectes con lo positivo regalate una sonrisa como muestra de celebración y validación por lo recorrido hasta acá.
Menciona en voz alta la palabra entusiasmo, cuéntale a alguien que estás entusiasmado con esta nueva idea, específica lo que te hace sentir cuando estás trabajando en ella y lo que más te emociona de hacerla real.
Al escucharte a ti mismo observa las sensaciones corporales, quizá puedes sentir que hay expansión en el corazón o que sin querer se dibuja una sonrisa en tu rostro.
Esa sensación es el alma de esa creación de esa idea, de ese proyecto o de esa práctica, conecta con la fé porque eso que tanto anhelas es un fruto que el Universo sabe que solo tu lo puedes manifestar así como se necesita. Cree en ti y continua.
Una metáfora espiritual para reflejar el entusiasmo en nosotros mismos.
El Sol se siente más fuerte, en las mañanas el calor en la Isla de República Dominicana nos indica el gran verano que sostiene esta parte de la tierra.
La luz pasa directo y los mangos no pueden dejar de crecer, no se preguntan si salen o no, ellos solo son la muestra de la abundancia de la madre.
Los árboles están llenos de flores naranjas y hacia el piso un tapete de pétalos que simboliza la confianza de la madre: es seguro florecer, es seguro dar, es seguro recibir.
Ella no para, ella solo es y por ella sale todo el amor, el color y la confianza que ella tiene para sí misma y para dar. No hay duda, hay flores, muchas, no hay duda, hay mangos y muchos. ¿Entonces por qué dudas?
Tu eres la madre y puedes dar todo lo que tienes sin temor a ser juzgado/a, solo párate al lado de la intención positiva, de la vibración alta de tu corazón, aquella que te habla de mantenerte entusiasmado, confiado, con alegría y con fé, no hay necesidad de analizar, quien analiza es esa otra parte de ti, que se llama EGO y que su mega protección te aleja de tu verdadera naturaleza, la que es abundante, confiada segura y llena de fé.
Es humano dudar, es humano analizar, la invitación hoy es a sentarte al lado del entusiasmo y verte reflejado en la naturaleza, esa que es abundante que da, sin temor a no tener más, sin temor a equivocarse, si la semillita está ahí en el camino irá germinando con lo que recibe, riégala con esperanza, llénala de amor, regálate ilusión, esperanza, fé y continua, todo estará bien para ti. Cree, solo cree.
Emprendamos un viaje que nos lleve a la conexión con la fé, que nos devuelva el entusiasmo, la ilusión, esperemos lo mejor de la vida, para que perder el tiempo esperando otra cosa, eres un reflejo de la madre tierra. lo que ella tiene tu también lo tienes: Abundancia, amor, confianza, pasión y color.
Con amor Valen
